El paradigma actual de servicios públicos emplea plantas eléctricas grandes centralizadas que usan mucha agua en muy pocos lugares y plantas grandes de tratamiento de agua centralizadas que usan mucha energía y también están en muy pocos lugares. Al invertir el modelo para incluir instalaciones más pequeñas, modulares y geográficamente distribuidas, podemos extender en lugar de concentrar las necesidades de recursos.
Los sistemas de energía distribuida incluyen paneles fotovoltaicos (PV) de techo que generan electricidad para una casa o edificio en el lugar. Estos paneles no requieren agua para enfriar y operar. Otros sistemas de energía distribuida pudieran incluir microturbinas enfriadas por aire y operadas con gas natural o propano. Los sistemas de celda de combustible de gas natural en el lugar, que no requieren mucha agua, son otra posible tecnología para proveer electricidad distribuida confiable e ingeniosa.
Aunque los costos de los sistemas distribuidos son generalmente de dos a tres veces más altos que las centrales eléctricas convencionales, estos ofrecen ciertas ventajas ambientales y de rendimiento. Los paneles PV solares no tienen emisiones, lo que es importante para proteger la calidad del aire, y su producción se alinea razonablemente bien, aunque no de manera perfecta, con la demanda pico en los climas soleados y calientes. Además, con suficiente almacenaje de energía, la energía almacenada de los paneles solares puede continuar encendiendo las luces o el aire acondicionado durante un apagón. Las baterías y volantes pueden almacenar electricidad, y los tanques de agua fría o caliente pueden almacenar energía térmica.
Las células de combustible del gas natural y las microturbinas generan calor y electricidad. La operación a baja temperatura de las células de combustible evitan la formación de contaminantes como los óxidos de nitrógeno. Las microturbinas liberan emisiones similares como una central eléctrica de gas natural de ciclo combinado con la ventaja de rendimiento que la red de gas, compuesta de tuberías de gas subterráneas, son menos vulnerables a las tormentas, árboles y vida silvestre que los cables aéreos. Por consiguiente, los hospitales, ayuntamientos y otros centros fundamentales a menudo buscan estos sistemas distribuidos para los casos de emergencia con la electricidad que depende de una red.
Image Credits: Hennadii Filchakov/Shutterstock.com; NREL/Northern Power Systems.
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