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Disponibilidad del agua

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Aunque la energía hidroeléctrica es atractiva por muchas razones, su confiabilidad disminuye durante las sequías porque las necesidades de agua potable y agua para el riego, por ejemplo, compiten con esa agua. Las consecuencias van desde precios más altos de la electricidad hasta presión en la red debido a la escasez de agua para otros usos dependiendo de cómo las represas hidroeléctricas interaccionan con los sistemas de agua más grandes.1 J. Gertner, “The Future Is Drying Up”, New York Times, 21 de octubre de 2007; F. Proteger, “The Uruguay River, its dams, and and its people are running out of water”, International Rivers, 1 de febrero de 2008; “Lake Mead could be dry by 2021”, Scripps Institute of Oceanography, 12 de febrero de 2008, accedido el 28 de agosto de 2016, enlace. Por ejemplo, la red eléctrica de la India falló en julio de 2012, haciendo que un apagón afectara a más de 600 millones de personas.2

S. Gottipati, “India Endures World’s Largest Blackout,” New York Times, 31 de julio de 2012; J. Yardley y G. Harris, “Second day of power failures cripples wide swath of India”, New York Times, 31 de julio de 2012; y “Power Grid Failures: FAQs”, Hindustan Times, accedido el 4 de enero de 2015, enlace; “Power cut causes major disruption in northern India”, BBC News, 30 de julio de 2012, accedido el 4 de enero de 2015, enlace.
La sequía redujo la generación de electricidad en las instalaciones hidroeléctricas y causó mayor demanda de electricidad de los agricultores que la usaban para bombear y regar los cultivos.

Agua para la energía

Las centrales termoeléctricas también sufren si la disponibilidad de agua disminuye. La construcción física de las centrales como tal dicta el lugar en donde se puede extraer el agua de los ríos o lagos. Por ejemplo, en el año 2008, los niveles de los lagos se redujeron a una distancia de 1,060 mm (3½ pies) de las tuberías de entrada de agua para el sistema de enfriamiento de la Central Nuclear Shearon Harris cerca de Raleigh, Carolina del Norte, y a 300 mm (1 pie) del nivel de entrada necesario para uno de los sistemas de emergencia en la Estación Nuclear McGuire cerca de Charlotte. Lo complejo de la construcción, los gastos y las regulaciones hacen que sea más difícil expandir, reducir o ampliar las tuberías de entrada de agua para que estén menos expuestas a niveles bajos de los lagos.3Associated Press, “Drought could shut down nuclear power plants”, NBC News, 23 de enero de 2008, accedido el 29 de agosto de 2016, enlace.

Cortesía de Duke Energy

Tanto la Estación Nuclear McGuire (izquierda) como la Central Nuclear Shearon Harris (derecha) estuvieron a pocos días de cerrar en el año 2008 cuando sus suministros de agua para enfriamiento llegaron a niveles peligrosamente bajos.

La sequía y el calor juntos agravan los problemas porque los niveles más bajos de agua son más susceptibles a fluctuaciones de temperatura. Por ejemplo, los niveles de agua bajos en el río Tennessee con la temperatura más caliente registrada en varias décadas hicieron que la Autoridad del Valle de Tennessee apagara uno de los tres reactores en su Central Nuclear Browns Ferry.

La vulnerabilidad de los sistemas de energía y agua interconectados también se manifiesta en el transporte. Por ejemplo, debido a una sequía en el 2012, el Cuerpo de Ingenieros del Ejército de EE.UU. limitó las liberaciones para riego de los embalses, disminuyendo el flujo de escorrentía hacia el río Missouri, que alimenta al río Mississippi. Los niveles de agua bajos pusieron en peligro el tráfico de gabarras en el río Mississippi, lo que interrumpió la cadena de suministro de fertilizantes, sal y carbón. Si el tráfico se detiene completamente, las centrales eléctricas y los centros agrícolas industriales de la región medio oeste del país dependerían de la capacidad de camiones y carreteras para transportar combustible y productos, haciendo que aumenten los precios.

Las inundaciones de lluvias torrenciales u otros desastres naturales amenazan los sistemas eléctricos que les proveen seguridad y soporte operativo a las centrales eléctricas. Por ejemplo, en la inundación del río Missouri en junio de 2011 fue necesario construir terraplenes temporales alrededor de la Estación Nuclear Fort Calhoun en Omaha, Nebraska, y esto dio pie a emergencias cuando uno de los terraplenes colapsó.4A. G. Sulzberger y Matthew L. Wald, “Flooding brings worries over two nuclear plants”, New York Times, 20 de junio de 2011; y Associated Press, “Flood Berm Collapses at Nebraska Nuclear Plant”, CBS News, 26 de junio de 2011, accedido el 29 de agosto de 2016, enlace. En el año 2011, la Central Nuclear Fukushima Daiichi sufrió un accidente nuclear no por el terremoto de Tohoku, sino por la inundación causada por el tsunami subsiguiente que arruinó los sistemas de seguridad dentro de las instalaciones.

Vista aérea del Reactor Nuclear Fort Calhoun durante la inundación del río Missouri el 16 de junio de 2011. Se colocaron barreras contra inundación de ocho pies de alto llenas de agua alrededor de edificios importantes para proteger el perímetro de inundación.5Matthew L. Wald, “Nuclear Plant’s Vital Equipment Dry, Officials Say”, New York Times, 27 de junio de 2011, accedido el 6 de septiembre de 2016, enlace.

Debido a que requieren tanta agua para su crecimiento, los biocombustibles también son sensibles a las limitaciones de agua. Las inundaciones destruyen los cultivos de energía y causan pérdidas masivas de suelos y escorrentía. Las sequías limitan o detienen el crecimiento de los cultivos de energía como el maíz y la soya para el etanol y biodiésel. Cuando ocurrió la sequía del Cinturón del Maíz en Estados Unidos en el año 2012, los precios del etanol aumentaron debido a la disminución en la disponibilidad de maíz. Además, para algunas ciudades sus necesidades de agua compiten con aquellas de los productores agrícolas de cultivos de energía.6J. Paul, “Experts: Ethanol’s Water Demands A Concern”, Journal-Advocate, 19 de junio de 2006.

Los escenarios competitivos de uso de agua también se manifiestan en el caso de la fracturación hidráulica. Los productores de gas y petróleo pueden pagar más por el agua que los usuarios agrícolas y municipales en las áreas propensas a sequías en donde es común el fracking, lo que causa resentimiento o protesta. Los funcionarios del Acuífero Ogallala incluyeron la fracturación hidráulica cuando aprobaron las restricciones de uso de agua en el distrito de agua subterránea.7M. Lee, “Parched Texans impose water-use limits for fracking gas wells”, Business Week, 6 de octubre de 2011.

Image Credits: Tom Grundy/Shutterstock.com; Duke Energy/; U.S. Army Corps of Engineers/public domain.

Recursohabilidad es un programa de socios de Smart Energy Education.
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