Tradicionalmente, los antropólogos definían a los humanos por su capacidad de crear herramientas.1M.E. Webber, “Redefining Humanity Through Energy Use”, Revista Earth, marzo de 2010. Sin embargo, Jane Goodall observó durante muchas décadas a los chimpancés en su hábitat natural y descubrió que ellos también crean y usan herramientas. Los chimpancés usan hojas como tazones improvisados para recoger agua y piedras y otros objetos que encuentran para hacer ruido y establecer su dominio dentro de otro grupo de chimpancés. Les quitan las hojas y espinas a los tallos, dejándolos lisos para extraer termitas de los montículos. El trabajo de Jane Goodall redefinió a la humanidad porque la definición de hombre como creador de herramientas ya no se pudo sostener.2"Jane Goodall: The Woman Who Redefined Man", Dale Peterson, Houghton Mifflin, Boston, 2006.
Hoy en día, manipular formas de energía distingue a los humanos de otras especies. Aunque todas las especies se benefician de la conversión natural de energía radiante (luz del sol) en energía química a través de la fotosíntesis, los humanos son la única especie que a propósito convierte la energía de una forma a otra; por ejemplo, convierte la energía química (combustibles) en energía térmica (calor) o en energía mecánica (movimiento). Por lo tanto, ha surgido una nueva definición de humanidad; los humanos manipulan adrede la energía, pero otras especies no lo hacen.
Image Credits: Robert Gray/Shutterstock.com.
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